miércoles, noviembre 08, 2006


Perdóname por ir así buscándote tan torpemente, dentro de ti.
Perdóname el dolor, alguna vez.
Es que quiero sacar de ti tu mejor tú.
Ese que no te viste y que yo veo, nadador preciosísimo.
Y cogerlo, y tenerlo yo en lo alto
como tiene el árbol la luz última que le ha encontrado al sol.
Y entonces tú en su busca vendrías, a lo alto.
Para llegar a él subida sobre ti, como te quiero,
tocando ya tan sólo a tu pasado con las puntas rosadas de tus pies,
en tensión todo el cuerpo, ya ascendiendo de ti a ti misma.
Y que a mi amor entonces, le conteste la nueva criatura que tú eras.

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