Ha venido a visitarme esta noche
Arañaba el cristal
Implacable
No podía mirarla
Sus ojos fríos
Sus manos blancas
No podía moverme
El terror infinito
Ha estado aquí mismo
Yo me ahogaba
No podía pensarlo
Esas manos yertas
No podía gritar
El miedo en silencio
Prométeme que estarás ahí
Cuando vuelva
Que arroparás mi miedo
Con tu cuerpo
Que apagarás mi grito
Con tu boca
Y si llegas tarde
Promete que me buscarás
Entre la helada niebla
Prométeme que me sacaras
De sus fuertes garras
No me dejes vagar eternamente
No me obligues a llamar a tu ventana.
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